MAMOGRAFÍA


Una mamografía es una imagen radiográfica del seno, realizado por un sencillo procedimiento de rayos X. Esta puede mostrar un crecimiento o "bolita" (tanto del tipo benigno como canceroso) de hasta dos años de evolución antes de ser palpable por usted o su médico. Como resultado, estos tejidos anormales pueden ser detectados cuando aún son pequeños, haciendo más fácil su tratamiento y curación.

Se recomienda que las mujeres mayores a los 40 años se hagan una mamografía cada año. Dependiendo de sus factores de riesgo (por ejemplo, si usted fuma o tiene una historia familiar de cáncer mamario), el médico puede recomendar una frecuencia diferente.

Una mamografía puede realizarse en un hospital, clínica, laboratorio de imagen o centro dedicado a la mamografía. Para asegurar un examen de buena calidad, el centro elegido debe ser acreditado por una organización autorizada en la materia. Un técnico entrenado en mamografía realiza el examen con un equipo especialmente diseñado. Un médico especializado interpreta la mamografía para usted y su médico tratante. El examen completo se realiza en 15 minutos. Generalmente, el tecnólogo hará dos o más imágenes de cada seno después que éste haya sido suavemente comprimido para lograr un grosor uniforme. Esta compresión da lugar a una mamografía nítida y despejada, y reduce la cantidad de exposición de rayos X. Se le puede solicitar que espere algunos minutos mientras el radiólogo revisa sus placas de mamografía, para estar seguro que no se requieren tomas adicionales.

El procedimiento producirá una sensación de presión o de firmeza por un par de segundos. Si usted se siente incómoda, infórmele al técnico. Para reducir la incomodidad, programe su mamografía al término de su período de menstruación, cuando los senos están menos sensibles. Use una blusa, sweater u otra vestimenta de dos piezas, puesto que necesitará desvestirse de la cintura para arriba. Después de su aseo acostumbrado no se aplique desodorante, polvos, perfume o crema en las mamas o axilas. Estas sustancias dejan residuos que pueden interferir con los resultados.

La mamografía es la forma más avanzada, efectiva y exacta para detectar un cáncer mamario en su fase temprana. Como resultado la mamografía salva vidas. Sin embargo, debido a que existe un pequeño porcentaje de cánceres que pueden no ser identificados únicamente con la mamografía, es conveniente realizar autoexámenes mamarios y visitar al médico regularmente, para un examen mamario clínico.

El autoexamen mamario es un simple procedimiento para examinar sus propios senos con el propósito de detectar nódulos o descargas anormales de líquido por el pezón. Usted debe realizar esta rutina de autopalpación cada mes, de preferencia siete a diez días después del comienzo de su ciclo menstrual cuando sus mamas están menos sensibles, o el mismo día de cada mes si ya ha entrado en la etapa de la menopausia. Las mujeres en período de lactancia, deben realizar su examen el mismo día de cada mes, siempre al terminar de amamantar. Si usted detecta un cambio en sus senos, contacte su médico inmediatamente. Mientras la mayoría de los nódulos que pueden detectarse no son cancerosos, cualquier nódulo o “bolita” requiere de evaluación médica.